En tiempos de crisis, el desconcierto social y económico es lo único que inquieta a la población española. Para ello, es necesario buscar soluciones conjuntas que puedan paliar este descontento generalizado. Esta solución, es un pacto social
Bien es cierto que, la existencia de tensión es buena, en cierta medida, para conocer las demandas sociales de cada individuo, surgidas por la polarización de opiniones.
Antecedentes sociales
La primera Constitución Española de 1812, emerge a raíz de la Guerra de Independencia, para declarar la soberanía en la nación.
La segunda Constitución Española de 1978, vigente en la actualidad, surge debido a que la población requiere de un consenso democrático, donde se regulen todos aquellos aspectos sociales a través de Leyes Fundamentales.
La trayectoria que ha llevado España para incorporarse al Estado de Bienestar, no ha sido tarea fácil, tras no haber una coalición sólida entre las clases sociales.
Hoy en día…
Existe una tensión global por la situación sanitaria de COVID-19 en la que nos encontramos, donde cada vez, hay más miedo y menos diálogo. Todos, debemos de combatir con este malestar, cumpliendo las normas de comportamiento, amparadas en la Constitución Española de 1978.
Por lo tanto, el rol de la sociedad en el S. XXI es primordial para construir dicho pacto social, tan necesario. Los ejes de actuación deben ir encaminados a la sanidad, educación y pensiones, debido a que, actualmente, no son bien distribuidas.
Recuperación y transformación
En estas situaciones tan excepcionales, pienso que se debe tener más empatía y desarrollar un espíritu crítico para buscar un compromiso de toda la comunidad. Por ello, el pacto social debe girar entorno a la Constitución Española y tomar decisiones responsables para salir de la crisis.
La aparición de grupos políticos extremos, ha complicado el pacto social por los desacuerdos generados entre estos. Por lo que, si no existe un consenso mínimo, la posibilidad de ofrecer a los ciudadanos bienestar, disminuye.
Así pues, como ciudadanos, debemos de mantener la calma para conseguir un nuevo pacto social, ya que, es la base para alcanzar unas condiciones sociales y económicas dignas.
Este nuevo pacto debe ser implantado para lograr un país más próspero y resiliente, sustentado por una transición ecológica, transformación digital, y cohesión territorial.
¿Cómo conseguir un nuevo pacto social?
Se trata de que, en un futuro próximo, existan políticas igualitarias, mejoras en conciliación y educación, reducción de la tasa de desempleo … entre otras muchas medidas. Pero, para poder conseguir esto, es necesario una redistribución de poder y riqueza.
Este es un proceso complejo, debido a que implica asumir el desarrollo de una democracia consolidada y madura, donde se garanticen a los ciudadanos una solución clara sobre sus derechos fundamentales.
Las Comunidades Autónomas (CCAA), juegan un papel importante en este pacto, ya que, son las encargadas de promulgar el Estado de Bienestar y adoptar medidas coherentes evitando riesgos innecesarios. De aquí que, sean las responsables activar conjuntamente los procesos burocráticos para poder llegar a conseguir una unión entre todas las CCAA.
Conclusión
Estos tres términos, PACTO SOCIAL, CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA Y DEMOCRACIA, deben ir ligados para conseguir un cambio estructural y coyuntural, y así, afianzar la seguridad de la población mediante el poder ejecutivo y judicial de manera incorruptible
La cuestión está en unificar España como nación y pensar en el bienestar conjunto para no formar parte de una sociedad polarizada y engañada por intereses políticos.
“La Constitución no es un instrumento para que el gobierno controle al pueblo, es un instrumento para que el pueblo controle al gobierno – para que no venga a dominar nuestras vidas e intereses.»
Patrick Henry